Miércoles, 18.00 horas. Toca clase de pádel. Es en pista abierta, en casa de un amigo. En invierno hace frío y en verano hace calor, bastante en los dos casos. Nunca da pereza. La sensación de bienestar es tan maravillosa que no sabría decir exactamente por qué sigue sin importar la temperatura, la falta de descanso o la propuesta maravillosa de una compañera de trabajo a un afterwork. Son muchas las razones y la ciencia, desde distintos ángulos, cada vez nos descubre más ese punto que no llegamos a comprender al 100% pero que nos hace sentir maravillosamente bien cada vez que nos movemos.
Pasa con todos los deportes. Cada 6 de abril se celebra el Día Mundial de la Actividad Física para reconocer la generosidad que nos ofrece el ejercicio a todos los niveles. Este año, desde TELVA, queremos dar un pasito en forma de comprensión para animarte, si no lo has hecho ya, a hacer ejercicio. También puede ser una buena serie de razones (demostradas científicamente) para dar a quien te juzga por la cantidad de entrenamiento que te permites. O, incluso, una fórmula de convencimiento para que nunca abandones tus buenos propósitos.
REDUCE EL AISLAMIENTO SOCIAL
Igual ahora estás pensando que un runner que sale cada día a correr en soledad no puede decir que se sienta mas conectado con la sociedad practicando un deporte de caracter individual, pero estás sumamente equivocado. Durante el confinamiento de la pandemia por Covid-19 los españoles redujeron su actividad física un 40%. Teníamos opciones de hacer ejercicios de fuerza en casa y, sin embargo, muchos no adaptaron sus entrenamientos. Hay una íntima relación entre el deporte y la convivencia en grupo, así lo han demostrado numerosos estudios tras lo acontecido tras la irrupción del coronavirus. Aunque no hace falta mucho más para darse cuenta de que la misma práctica de ejercicio sirve como tema de conversación, excusa para conocer a otras personas (profesores de una disciplina, compañeros de gimnasio…) e incluso iniciar una relación de amistad basada en las escapadas a la montaña para hacer senderismo (por poner un ejemplo).
MEJORA TU MELENA
El deporte mejora la salud en general de todas las células y órganos de nuestro cuerpo y, por ende, también la de los folículos, ya que, al hacer ejercicio, se aumenta el riego sanguíneo y la vascularización, facilitando la llegada de nutrientes a los folículos pilosos. Además, el deporte disminuye el estrés, lo que hace que se reduzca la probabilidad de padecer un efluvio telógeno, favoreciendo que el cabello crezca con mayor calidad y luzca más suave y brillante. Por otro lado, el sedentarismo se asocia a malas dietas, y una alimentación desequilibrada también repercutirá negativamente, de igual modo, en nuestra salud capilar”, explica el doctor Francisco Pilo, de la clínica Hospital Capilar. “Para mejorar la calidad del cabello, se recomiendan entrenamientos de cardio, como caminar, correr o ir en bicicleta; o bien practicar pilates o yoga, una actividad que se considera beneficiosa para el cabello debido a que aumenta el flujo de sangre al área de la cabeza y proporciona las condiciones óptimas que se necesitan para un crecimiento rápido del pelo, además de ayudar a reducir los desequilibrios hormonales, aumentar la calma y sanear el sistema digestivo”, concluye el experto.
TE MANTIENE VIVO MÁS TIEMPO (Y MEJOR)
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en todo el mundo y suponen hasta el 32 % de las defunciones. De ellas, la cardiopatía isquémica y el accidente cerebrovascular son responsables del 16 % y 11 %, respectivamente. El ejercicio físico, practicado de forma regular, es la principal forma de prevención junto con una alimentación saludable. Hay multitud de artículos y estudios que avalan como las diferentes formas de entrenamiento alargan la vida con garantía de hacerlo en buenas condiciones.