Seguramente has buscado entre las nuevas tendencias nutricionales y has leído un título del estilo «¿qué es el mindful eating?». O has visto que la alimentación consciente evita atracones. O has escuchado hablar de una nueva forma intuitiva de intentar adelgazar. Efectivamente, se trata de una tendencia que comienza a arrasar entre las influencers y famosas. Es como aplicar los cinco sentidos al comer. Desde que comienzas a cocinar hasta que saboreas y sientes esos alimentos en tu paladar. Es la atención plena a todas las experiencias relacionadas con el simple hecho de comer. Todo eso, y más, es el mindful eating. ¿Pero de verdad funciona o solo es una más de esas modas con aspecto «hippy» que luego no sirven para nada? Las respuestas, a continuación.
Mindful eating: la alimentación consciente contribuye a hacer mejor tu dieta
La alimentación consciente es una técnica que te ayuda a mejorar tus hábitos alimenticios porque se ha demostrado que promueve la pérdida de peso, reduce los atracones y te ayuda a sentirse mejor al sublimar los resultados de tu dieta. El mindful eating parte de un concepto budista llamado atención plena y es una forma de meditación que te ayuda a reconocer y manejar emociones y sensaciones físicas al masticar. Consiste en utilizar la atención plena para alcanzar un estado de atención total a tus experiencias, deseos y señales físicas mientras comes.
Los atracones, la alimentación emocional, la alimentación externa y la ingesta en respuesta a los antojos de alimentos se han relacionado con el aumento de peso y posibles recaídas tras una dieta fallida. La exposición crónica al estrés también puede desempeñar un papel importante en la sobrealimentación y la obesidad. Ahí es donde entra el mindfulness.
Perder peso y reducir el estrés
La gran mayoría de los estudios coinciden en destacar cómo la alimentación consciente te ayuda a perder peso al cambiar tus conductas alimentarias y reducir el estrés. Al modificar tu forma de pensar sobre la comida, los posibles sentimientos negativos asociados a ella se reemplazan con consciencia, autocontrol y emociones positivas. Cuando se reconocen los comportamientos alimentarios no deseados, aumentan las posibilidades de éxito en la pérdida de peso a largo plazo.
Muchos dietistas ya lo enseñan y los resultados de comer consciente llegan avalados incluso por la Escuela de Medicina de Harvard. Sirve para tratar muchas afecciones, incluidos los trastornos alimentarios, la depresión, la ansiedad y diversos comportamientos relacionados con los alimentos.
Cómo hacer una comida consciente
Básicamente, comer consciente implica hacerlo despacio y sin distracciones, atender a las señales que emite el hambre y ser capaz de parar cuando te sientes llena. También es reconocer cuándo quieres comer por necesidad y cuándo por ansiedad. Es involucrar todos tus sentidos delante del plato: apreciar colores, olores, sonidos, texturas y sabores. Y finalmente es advertir la propia comida y los efectos que tiene sobre tus sentimientos y tu figura.
Según piensan los defensores del mindful eating, todo esto te permitirá reemplazar los pensamientos y reacciones automáticas por respuestas más conscientes y saludables. Se basa en la atención plena y elevar el acto de comer a una experiencia superior y finalmente beneficiosa para tu salud.
¿Por qué debes probar la alimentación consciente?
Probablemente te haya llegado el momento de parar después de largas semanas de estrés. Has visto cómo tu figura se ha ido deteriorando y has ganado ciertos kilos de más. Necesitas un cambio físico y mental. Y aquí aparece la razón por la que quizá debes probar la alimentación consciente.
Comer no tiene por qué ser un acto automático. Eso puede ser todo un problema si sabes que tu cerebro tarda hasta 20 minutos en darse cuenta de que tu estómago está lleno. Si comes demasiado rápido, es posible que la señal de saciedad no llegue hasta que hayas comido mucho más de lo que necesitas. Esto es muy común en los atracones.
Al comer conscientemente, recuperas tu atención y disminuye la velocidad, haciendo que comer sea un acto voluntario en lugar de uno automático. Y al aumentar ese reconocimiento de las señales físicas del hambre y la saciedad, también podrás distinguir entre el hambre emocional y el auténtico, el referido a una necesidad física.
Lee el artículo que esta aquí: Mindful eating o cómo comer consciente puede ayudarte definitivamente a mejorar los resultados de tu dieta