La pandemia por la Covid-19 ha impactado en el sistema sanitario de manera que, un año después, la asistencia a los pacientes crónicos continúa mermada, lo cual tiene unas consecuencias directas en la salud de las personas que conviven con este tipo de patologías, como es el caso de la diabetes. Es obvio, por tanto, que la asistencia continuada y de calidad, a estos pacientes no es algo de lo que pueda prescindirse, ya que, sin ella, se agrava su estado de salud y se aumenta el riesgo de desarrollo de complicaciones asociadas.
Las personas con diabetes, que suponen cerca de seis millones en España, no sólo se han encontrado con el problema sanitario de este contexto que atravesamos, sino que, además, desde que comenzara a hablarse de la Covid-19, la palabra diabetes ha copado muchos artículos, estudios y horas de televisión, al ser considerada una de las patologías de base más comunes en los ingresos graves por este virus.
Las personas con diabetes son, por tanto, un colectivo vulnerable con posibilidad de enfermar gravemente por el SARS-CoV-2 debido, entre otros factores, a una relación entre unos niveles altos de glucosa en sangre y la evolución del virus en el organismo, pudiendo provocar inflamación, mala circulación sanguínea, bajas defensas e, incluso, fallo multiorgánico, tal y como indican los múltiples estudios que se han llevado a cabo durante este último año en los pacientes ingresados por la Covid-19.
Es decir, que son un colectivo de riesgo ante una posible infección y, como tal, se ha reconocido por el propio Ministerio de Sanidad, desde donde ponen de manifiesto que estos pacientes son uno de los grupos que más afectados se han visto. Y precisamente por esto, desde FEDE defendemos, de esta manera, la importancia de la vacunación entre el colectivo, ya que es una de las mejores herramientas de prevención y reducción de las complicaciones de la diabetes.
Sin embargo, no entendemos los motivos por los que, por el momento, no se ha incluido a los pacientes con diabetes como grupo prioritario para la vacunación contra el SARS-CoV-2, pues los datos confirman que, de ser vacunados, se reduciría así la presión hospitalaria y no requerirían hospitalización, evitando las complicaciones e incluso la mortalidad.
Así las cosas, el plan de vacunación continúa su curso y no se ha contemplado en ningún momento la inclusión de los pacientes con patologías crónicas como la diabetes o la obesidad, las cuales son algunas de las comorbilidades que más ingresos han causado desde el comienzo de la primera ola de Covid-19, y que sí que han incluido en sus planes otros países como Reino Unido.
Muchos más problemas asociados
Pero no sólo hablamos de que la diabetes es una de las comorbilidades más frecuentes entre las personas con un cuadro grave de Covid-19, con una prevalencia que varía, según las series publicadas, entre el 7 y el 30%, sino que también señalamos el deterioro del control de la patología en los pacientes con diabetes tipo 2 (DM2) durante la pandemia, debido a las dificultades de acceso al sistema sanitario, la falta de actividad física y el aumento del estrés asociado al confinamiento.
La pandemia ha puesto en alerta a las personas con diabetes también en relación a las enfermedades asociadas a las que se han podido ver expuestas durante estos meses. Un contexto que ha perjudicado y disparado los casos en consulta por un mal control metabólico de la patología.
Esto es así porque, con el confinamiento, la gestión de los niveles de glucosa en sangre sufrió un empeoramiento en el 26% de los pacientes con diabetes tipo 2, previamente bien controlados, además de un retraso en el diagnóstico de nuevos casos, lo cual ha limitado la toma de decisiones terapéuticas dirigidas a la prevención del desarrollo o progresión de complicaciones potencialmente graves a largo plazo.
Todo esto ha llevado a las personas con diabetes a enfrentarse a un escenario donde su salud podría correr peligro tanto por la Covid-19 como por las enfermedades diagnosticadas derivadas de una mala gestión de la patología.
De ahí que, desde que se anunciara el proceso de trabajo en el plan de vacunación contra la Covid-19, las federaciones y asociaciones de personas con diabetes estemos en continuo contacto con el Ministerio de Sanidad y las autoridades competentes para hacerles llegar todos los argumentos y beneficios a tener en cuenta para vacunar a este colectivo prioritariamente.
Brindar cobertura sanitaria y priorizar en la vacunación frente a la Covid-19 a un colectivo que representa a cerca de seis millones de pacientes es urgente y continuaremos trabajando para que nuestra voz siga siendo escuchada.
Lee el artículo que esta aquí: La vacunación, una prioridad para las personas con diabetes