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Con la subida de las temperaturas es normal perder la rutina, te contamos cuatro estrategias para no abandonar el deporte durante el verano.

Con la subida de las temperaturas es normal perder la rutina, te contamos cuatro estrategias para no abandonar el deporte durante el verano

Lo mejor para hacer deporte es evitar el calor, por ello debes madrugar o acostarte tarde. Dependiendo de tu trabajo, será más fácil una o la otra. De esta manera evitarás las horas en las que el sol da de pleno y te aprovecharas del aire fresco que se produce en el amanecer y tras el atardecer. Este consejo es útil incluso cuando practicas deportes en interiores, ya que con el calor estás más desanimado y probablemente te dará más pereza empezar.

Adapta la intensidad de tu sesión e incluso cambia tus ejercicios. Con el calor, el cuerpo se fatiga más rápido. Entonces, es necesario realizar entrenamientos más cortos, menos intensos o con periodos largos de recuperación. También puedes probar a cambiar tus ejercicios por deportes acuáticos. Disfruta de la natación, el aquagym, el aquabike… incluso, el piragüismo o el surf.

Aunque parezca obvio, es importantísimo hidratarse hasta sin tener sed. Antes, durante y después del entrenamiento debes tomar agua, no muy fría y ni en grandes cantidades para evitar que te dañe en el estómago. Estar bien hidratado te mantiene activo y evitará que no quieras hacer deporte. Además, si haces ejercicio al aire libre, también tienes que cuidar bien la piel y protegerla del sol. Esto no te evitará la pereza, pero si hará posible que puedas ejercitarte durante varios días sin que las quemaduras del primero te obliguen a quedarte en casa. Por último, no te bañes después de terminar el ejercicio, inmediatamente claro está. Tienes que esperar de 20 a 30 minutos para que la temperatura de tu cuerpo vuelva a bajar. Después una ducha fresquita te ayudará a mejorar la circulación.