Aunque la pandemia abrió nuevos escenarios que no imaginábamos, como la capacidad de teletrabajar desde casa, también ha afianzado irremediablemente uno de los males de nuestro siglo: el sedentarismo. A veces nos pasamos sentados ocho horas o más, sin darnos cuenta de que lo hacemos porque estamos demasiado enfocados en nuestro trabajo. Y después vienen los problemas, pues el ejercicio como bien sabes es fundamental si queremos llevar una vida sana y equilibrada. Sobrepeso, problemas cardiovasculares, hipertensión, diabetes, colesterol… son solo algunos de los riesgos que podemos sufrir si llevamos una vida sedentaria. Esta situación se está convirtiendo en un problema de salud pública, según la Organización Mundial de la Salud, más aún para la tercera edad. Por ello mismo la Organización advierte de que los adultos mayores deberían dedicar un mínimo de 150 minutos semanales a actividad física.
¿Cómo activar el cuerpo?
Aquí van algunos ejercicios que te ayudarán si pasas mucho tiempo sentado y no tienes tiempo de ir al gimnasio. Aquí van las recomendaciones, expuestas por Wokii: Sobrepeso, problemas cardiovasculares, hipertensión, diabetes, colesterol… son solo algunos de los riesgos que podemos sufrir si llevamos una vida sedentaria
1. Empieza con la flexión de pies, pues esto mejorará la circulación de pies y piernas mientras estás sentado.
2. Ahora, levanta los brazos hasta tu cabeza y bájalos hasta dejarlos en cruz. Repite la serie al menos diez veces para disminuir calambres y hormigueos.
3. Estira el cuello para mejorar el flujo sanguíneo. Cuando pasas mucho tiempo sentado, las cervicales y la espalda se pueden lastimar. Intenta mover la cabeza de arriba hacia abajo y de izquierda a derecha, por lo menos tres series de 60 segundos cada una.
4. Con tu espalda y hombros apoyados en la pared o en el piso, mueve el cuello de un lado a otro. Si lo deseas, apoya la barbilla contra el pecho y deslízala hacia los hombros suavemente.
5. Sentado, pon un pequeño banco que sostenga tus pies e intercalando las piernas, estira primero la derecha lo más que puedas durante unos 25 segundos, y después harás lo mismo con la izquierda. Por último, levántate y camina de una habitación a otra. Verás cómo, incluso, todo tu cuerpo tomará otra posición al momento de regresar a tu silla.