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Si eres amante de los platos dulces, especialmente para terminar las comidas, te mostramos seis claves para lograr postres sanos e igualmente tentadores y sabrosos, que te ayudarán a mejorar la calidad de tu dieta.

Los postres no tienen por qué ser siempre calóricos y poco sanos, sino que podemos lograr con nuestras propias manos preparaciones muy apetecibles y nutritivas. Para ello, dejamos los siguientes consejos:

Evita el agregado de azúcares libres

Los azúcares libres o hidratos simples que se metabolizan rápidamente por nuestro cuerpo son nutrientes a evitar siempre que sea posible y que abundan en la mayoría de los postres.

Por eso, un primer paso que recomendamos considerar para lograr postres sanos es evitar el agregado de azúcares libres como el azúcar de mesa, la miel, siropes, jarabes y semejantes, pudiendo acudir en su reemplazo a azúcares intrínsecos o alimentos fuentes de azúcares naturales o bien, a saborizantes como la vainilla, la canela, el cacao puro en polvo u otros.

Emplear frutas y hortalizas siempre que sea posible

Para reducir la densidad calórica de nuestros postres y sumar vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra que incrementa el poder saciante de la preparación, aconsejamos emplear frutas y hortalizas siempre que sea posible.

Estos alimentos además, agregarán frescura y textura a nuestros postres, ofreciendo un alto contenido acuoso que también contribuye a calmar el hambre sin muchas calorías.

Utiliza cereales integrales en lugar de refinados

Una gran proporción de postres conllevan la utilización de harinas o de alimentos derivados de cereales, siendo siempre recomendable escoger opciones integrales o de grano completo en lugar de alternativas refinadas.

Esto representará fibra extra y proteínas vegetales que incrementarán el poder saciante de los postres y al mismo tiempo, enriquecerá con vitaminas, minerales y un mínimo de grasas sanas nuestros platos dulces.

Por el contrario, nos ayudará a eliminar harinas refinadas o almidones de fácil asimilación que se recomienda evitar en el día a día.

Escoge fuentes de grasas sanas

La materia grasa no puede faltar en nuestros postres si queremos lograr una alta palatabilidad. Sin embargo, resulta clave acudir a alternativas de calidad como pueden ser alimentos fuentes de grasas insaturadas beneficiosas para el organismo.

Así, recomendamos acudir a frutos secos y cremas elaboradas a base de estos o bien a semillas, aceites vegetales o aguacate para sustituir por ejemplo nata, mantequilla u otras grasas de inferior calidad.

Incorpora proteínas magras

Sumar proteínas a nuestros platos dulces implica incrementar el poder saciante de los mismos y favorecer el control de las cantidades a consumir.

Por eso, recomendamos utilizar granos enteros o legumbres para nuestros platos dulces así como también, acudir a fuentes de origen animal reducidas en grasas como puede ser un yogur natural sin azúcar agregado o un queso fresco batido desnatado que incorporará proteínas y mucho calcio así como vitamina D a nuestros postres.

Añade alimentos duros y evita procesar en exceso

Para favorecer la saciedad y el control de las cantidades a consumir así como también para volver más sabrosos nuestros postres; aconsejamos no procesar en exceso y por el contrario, añadir alimentos duros que sumen textura crujiente.

Esto no sólo resulta atractivo el paladar, sino que además demanda masticación e incrementa el poder saciante de nuestros postres, ayudando también a reducir la densidad calórica de los mismos.

Estas son seis claves para lograr postres saludables e igualmente tentadores y sabrosos, fácilmente en casa.