¿Cuáles son los hábitos que es recomendable mantener? ¿Cuáles son los que debemos cambiar? No es fácil discernir unos de otros, principalmente porque cada persona tiene necesidades diferentes, en función de su estilo de vida y salud general. Sin embargo, hemos prestado atención a los hábitos que funcionan mejor para ponértelo fácil a la hora de empezar a cuidarte y seguir una rutina saludable.
Intenta reducir el estrés al máximo
Debes aminorar la velocidad para apreciar lo bueno que hay en tu vida en este momento. Tómate un tiempo para descansar y apreciar lo que te rodea, puedes envolverte en la naturaleza o escribir un diario, cualquier cosa que te inspire y te relaje, lejos de la vorágine del día a día. Las prisas no son buenas, vivir a contratiempo puede generar ansiedad. Por lo tanto, te recomendamos desconectar de vez en cuando, solo o en familia, para alejarte del estrés habitual.
Por ejemplo, unas pocas horas de naturaleza pueden proporcionar un alivio duradero para lo que nos aqueja. Por ello, los médicos recomiendan pasar más tiempo al aire libre para mejorar la salud mental y física. Esto puede servir de ayuda para sentirte menos aislado.
Mantente activo
Es importante dedicar unos minuto al día a practicar ejercicio físico, de lo contrario podrías estar generando molestias e incluso enfermedades a tu organismo. Mantenerte activo ayuda a prevenir ciertas afecciones, por lo que el deporte se puede convertir en tu nuevo aliado en el marco de rutinas saludables.
El ejercicio diario es la base para el enfoque, la facilidad y el entusiasmo. Los beneficios de hacer que tu sangre bombee todos los días incluyen una mayor confianza en ti mismo, un mejor estado de ánimo, un corazón más fuerte y una claridad mental más aguda. Tampoco tienes que ser un corredor de maratones. Los estudios demuestran que una caminata de 30 minutos cinco veces a la semana es todo lo que se necesita para comenzar a ver los beneficios del ejercicio. Si esto todavía te parece demasiado, intenta hacer algo físicamente activo a diario, como limpiar la casa.
Sigue una dieta sana y sostenible
Cada vez están más presentes en los supermercados, y en nuestras casas, los alimentos integrales sin procesar. Puedes optar por aquellos que son de origen vegetal para apoyar una dieta saludable y, a su vez, sostenible. Tampoco olvides beber abundante agua para hidratar tu cuerpo, limitando el consumo de azúcar, alcohol, cafeína y alimentos con alto contenido en harina.
Cabe señalar que el modelo para este tipo de alimentación es la dieta mediterránea. Se trata de una forma de comer basada en las cocinas tradicionales de los países que bordean el mar Mediterráneo, destacando los alimentos de origen vegetal (cereales integrales, verduras, legumbres, frutas, frutos secos, semillas, hierbas y especias), siendo el aceite de oliva la principal fuente de grasa añadida. Además, también son importantes en una alimentación sana el pescado, los mariscos, los productos lácteos y las aves de corral, aunque no debes abusar de ellos. En cambio, es importante reducir al máximo las carnes rojas y los dulces, algo que debe ser excepcional.
El descanso importa
Ningún artículo sobre hábitos saludables estaría completo sin un guiño al enorme impacto del sueño en la salud. Mientras dormimos se producen la mayoría de nuestras hormonas anabólicas o de crecimiento y la regeneración en casi todos los niveles. Es absolutamente imprescindible para la función vital diaria. Una buena noche de sueño ayuda a regular el estado de ánimo, agudiza la memoria y la concentración, aumenta la capacidad de aprendizaje y promueve la energía.
Además, dormir bien puede reducir el riesgo de enfermedades del corazón a largo plazo. Por lo que seguir una rutina de sueño saludable es importante para apoyar nuestra salud, especialmente el sistema inmune y el control del peso adecuado.
No obstante, no debes dejarte atrapar por la cantidad de horas de sueño. Algunas personas funcionan muy bien con seis horas por noche, mientras que otras lo hacen mejor con ocho. Este debe ser un punto para conocer mejor tu cuerpo. En caso de que tengas problemas para conciliar el sueño por la noche, empieza por deshacerte de las distracciones del dormitorio (pantallas electrónicas y otras fuentes de luz brillante). Esto puede ser un obstáculo que interrumpe las señales de sueño de tu cerebro.