Año Nuevo es una de las épocas favoritas para visualizar cambios, pulir caminos, mejorar hábitos y más. En medio de preguntas mentales y motivaciones como hacer más ejercicio, aprender nuevas cosas, viajar, ahorrar o comprar algo que anhelamos, se encuentran dos caminos diferentes; el de los propósitos que se cumplen y los que se quedan en simples intenciones.
Año a año la mayoría de personas consideran que este es el mejor momento para meditar sus nuevas metas, y dejarlas como recordatorio en un papel. Pero, existen algunos trucos que harán de tus propósitos, hechos reales que podrías experimentar y disfrutar en un futuro.
A continuación, te contamos algunos de ellos.
Un momento personal
Quizás estés acostumbrado a esperar hasta el 31 de diciembre para reflexionar sobre lo que realmente deseas, o conversarlo y consultarlo con personas de tu alrededor. Sin embargo, es importante que los cambios que decidas realizar no dependan de otros, encuentra motivación en ti mismo y evita las expectativas externas. Busca un momento especial de soledad para pensar y redactar tus propósitos.
Objetivos reales
Sé realista, esa es una de las claves para que la lista de propósitos no quede en medio de papelería. Aún así, no confundas realismo con pesimismo, ten confianza en ti mismo.
Por ejemplo, si lo que anhelas ahorrar es el 30% de tus ingresos, revisa tu historial pasado, ¿realmente tienes las posibilidades de hacerlo?, puedes empezar de a poco, con un 5% o 10%, y aumentando conforme el tiempo.
Ocurre lo mismo con el ejercicio si no estás acostumbrado a realizarlo, no esperes entrenar 7 veces a la semana, mejor empieza despacio y sube el ritmo acorde a tus avances.
Registra tus logros
No coordines metas vagas, sino más específicas. Asigna tareas o acciones para cada uno de los objetivos que desees. Es decir, ‘hacer ejercicio dos veces a la semana’, ‘estudiar una hora al día’, de esta forma podrás tener un registro de tus actividades y tomar acciones de mejora cuando te estés olvidando de la meta.
En el caso que lo asignes de esta forma, una agenda o las notas de tu smartphone serán tus aliadas.
Conscientiza tus limitaciones
¿Consideras que tu voluntad no es lo suficientemente fuerte?, evita presionarte demasiado y centraliza los objetivos que realmente hagan cambios y aporten a tu vida.
Busca algo que llame a tu motivación y recompénsate cuando es válido. En este caso, podrías compartir tus metas junto a tus personas de confianza, ellos podrán recordártelas y motivarte a alcanzarlas.
Establece tiempos
Si estás acostumbrado a que tu lista de propósitos fracase la razón es que quizás solo la recuerdas a final de año. Es por ello que debes establecer tiempos de cumplimiento para cada objetivo.
Revisa los avances de tu lista cada dos o tres meses. Si te das cuenta que se ha convertido en una ‘camisa de fuerza’, es recomendable que replantees lo que te propusiste y repitas el ejercicio de forma más consciente, meditando antes de proponértelo.
Lee el artículo que esta aquí: Cómo hacer una lista de propósitos para Año Nuevo y no fracasar en el intento